viernes, 4 de diciembre de 2015

El hipotiroidismo y la obesidad.

Las glándulas tiroides secretan hormonas T3 y T4, estas se encargan de varias funciones dentro del cuerpo como la de regular la temperatura corporal, además de trasportar oxígeno y glucosa hasta las células del organismo, también se encargan de regular el metabolismo de macronutrientes, es decir de los carbohidratos, proteínas y lipidos.


Cuando las glándulas tiroideas no secretan las cantidades suficientes de T3 y T4, se produce el hipotiroidismo, esto genera una alteración metabólica en donde se enlentece el metabolismo de los macronutrientes, favoreciendo a que las grasas sean difícil de ser quemadas lo que predispone a un aumento del colesterol en sangre y al sobrepeso.

El tratamiento farmacológico puede ser muy eficaz para normalizar la secreción de T3 y T4, ayudando  con esto al descenso de peso, sin embargo también el tratamiento nutricional y la realización de actividad física puede favorecer a la mejoría.


En pacientes obesos que realizan dietas muy restrictivas con un aumento exagerado de actividad física, pueden desarrollar hipotiroidismo por la escases de nutrientes en la dieta y por el aumento de la hormona T3 que causa enlentecimiento del metabolismo y una reducción en el consumo energético por lo que el paciente no baja de peso de manera adecuada, estas dietas restrictivas hace que el paciente obeso aparte de desarrollar hipotiroidismo pueda retomar el peso perdido de forma rápida. 
Es necesario el tratamiento multidisciplinario y acudir a una clínica antes de realizar un plan de alimentación para evitar complicaciones. 




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