Las vitaminas y los minerales cumplen funciones muy
importantes en nuestro organismo., la falta de estos pueden generar un
desequilibrio funcional en el cuerpo favoreciendo a la presencia de anemia,
ceguera, cretinismo y afectando también al desarrollo intelectual.
Las vitaminas: son compuestos orgánicos que ayudan a las
acciones metabólicas de las células del organismo.,
principalmente las vitaminas intervienen en la síntesis y
mantenimiento de los tejidos.
Los minerales: También actúan a
nivel celular, son indispensables para el buen funcionamiento del
organismo. Los minerales que deben ser consumidos mayormente son el calcio,
hierro, zinc, potasio, magnesio, sodio y fósforo.
VITAMINAS
Vitamina A: Mantiene
los tejidos epiteliales y produce los pigmentos visuales.,
su déficit puede producir ceguera nocturna o descamación de
la piel. Los alimentos que contienen vitamina A son los vegetales verdes y
amarillos, los productos frescos e hígado.
Vitaminas del complejo B: B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5
(ácido pantotênico), B6 (piridoxina), B12 (cianocobalamina), Biotina.
Participan en la producción sanguínea y en
otros procesos importantes., colaboran con las enzimas del catabolismo de
los aminoácidos (proteínas) y de las grasas como también de
la síntesis de glucógeno. Se encuentran principalmente en los
alimentos de origen animal como la
carne, vísceras, huevos., además de encontrarse en los
vegetales verdes, legumbres y cereales. La carencia de las vitaminas del
complejo B en la alimentación produce
problemas neurológicos, debilidad miocârdiaca, pelagra
(dermatitis escamosa), pérdida de
la coordinación, irritabilidad, problemas mentales y anemia
perniciosa.
Vitamina C (ácido ascórbico): Colabora en la producción de fibras
de colágeno. La encontramos en las frutas y vegetales verdes. La baja
ingesta de vitamina C puede producir escorbuto, degeneración de la
piel, de los huesos y de los vasos sanguíneos.
Ácido fólico: Lo encontramos exclusivamente en los vegetales., colabora
con las enzimas en el catabolismo de los aminoácidos y
en la producción sanguínea. Su déficit ocasiona
trastornos digestivos y anemia.
Vitamina D (calciferol): Esta vitamina colabora en la absorción del
calcio. Los productos frescos y el aceite de hígado de pescado
contienen vitamina D. Previene el raquitismo y
deformaciones esqueléticas.
Vitamina E (tocoferol): Protege a las membranas celulares de ser destruidas. La
encontramos en vegetales verdes y en semillas. Su bajo o nulo consumo puede
producir trastornos musculares.
MINERALES
Calcio (Ca): Ayuda a
la formación del coágulo sanguíneo, en
la formación ósea y en la función de nervios
y músculos. Se encuentra en productos frescos como la leche o
productos lácteos, legumbres y vegetales.
Su déficit produce degeneración ósea y alteraciones en
las funciones nerviosa y muscular.
Cloro (Cl):
Contribuye a la formación del ácido gástrico y en
el equilibrio âcidobâsico. Los productos salados contienen cloro. Su
nulo consumo puede producir desequilibrio en
la acción metabólica âcidobâsico.
Cobalto (Co): Ayuda a la vitamina B12 en
la formación sanguínea. Se encuentra fundamentalmente en las
carnes rojas.
Su déficit causa anemia perniciosa.
Cobre (Cu): Participa en el proceso
de formación energética del ciclo ácido cítrico (proceso metabólico)
y en la producción sanguínea. Síntomas de
su déficit ocasiona fatiga y anemia. Lo encontramos en los
mariscos, vísceras y legumbres.
Yodo (I): Cumple
funciones muy importantes en la síntesis de hormonas tiroideas. Se encuentra en
mariscos y sal yodada. Su déficit provoca bocio
y disminución de los índices metabólicos.
Hierro (Fe): Participa en la producción de sangre. Los
alimentos que lo contienen son la carne, huevo, vegetales y legumbres. El
bajo consumo de este mineral produce fatiga y anemia.
Magnesio (Mg): Ayuda a las enzimas en sus funciones dentro del organismo.
Su déficit ocasiona
alteraciones neurológicas, dilatación de los vasos sanguíneos y
alteraciones del ritmo cardíaco. Se encuentra en vegetales y
cereales.
Manganeso (Mn): También ayuda
a las enzimas. Los alimentos que lo contienen son los vegetales,
legumbres y cereales. El nulo consumo de este mineral produce alteraciones
musculares y nerviosas.
Fósforo (P): Ayuda a la formación ósea y en
la síntesis de ATP, ADN, ARN y fosfolîpidos. Lo encontramos
en productos lácteos y en la carne. Sino lo consumimos
se producirá degeneración ósea
y problemas metabólicos.
Potasio (K): Favorece a las funciones musculares y nerviosas. Se
encuentra en la leche, fruta, carne y mariscos. El bajo o nulo consumo de este
mineral produce alteraciones cardíacas y nerviosas, además de
debilidad muscular.
Sodio (Na): También ayuda
a las funciones musculares y nerviosas y en el equilibrio hídrico.
Su déficit genera debilidad y alteraciones digestivas. Lo
encontramos en productos salados.
Cinc (Zn): Ayuda a distintas enzimas. Se encuentra en varios
alimentos, en especial en alimentos de origen animal y en algunos vegetales. La
falta de este mineral produce alteraciones metabólicas.
"Tanto las vitaminas como los minerales cumplen
funciones más que importantes en el organismo, por ello debemos
incorporar alimentos que lo contengan para favorecer a una buena salud"